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Espaguettis a la putanesca o Venganza

Espaguettis a la putanesca o Venganza Espaguetis a la putanesca
Ingredientes:

6 filetes de anchoas en aceite.

6 dientes de ajo gordos.

6 cucharadas de aceite y cantidad extra.

6 aceitunas negras deshuesadas.

1 lata de tomates al natural.

1 hoja de laurel.

1 cubito de caldo de verduras.

1 cucharada de ajo molido.

1/3 de taza de vino blanco seco.

sal.

500 gramos de tallarines.

queso rallado a gusto.

Una botella de cava rosado.

Un novio ausente.

Un vecino encantador.


Abrir el buzón con las bolsas de la compra en la mano.
No ser demasiado ansiosa y esperar a llegar a casa para abrir la carta del novio que se fue hace una semana a un curso de un mes.
Dejar las cosas en la cocina y servirse una copa de cava para leer la carta en buen ánimo.
Sorprenderse. Opcionalmente beber de un trago lo que queda en la copa y servirse otra.
Limpiar las anchoas raspándolas con un cuchillo y cortarlas en trozos.
Releer la carta.
Pelar los ajos, sacar los brotes y triturarlos.
Pensar en el contenido de la carta mientras rompe a hervir el agua para cocer los espaguetis.
Concentrarse en la parte – “cariño, creo que he encontrado a la mitad que me falta aún estando a tu lado. Es una vieja compañera con la que me he reencontrado en estos días y cuando vuelva me gustaría reflexionar juntos sobre nuestra relación. Te escribo con tiempo para que puedas plantearte tus dudas.”
Calentar en una sartén las 6 cucharadas de aceite y saltear los ajos unos segundos.
Recordar todos los insultos más humillantes que nos hemos ido guardando con los años ante estupideces de este estilo aunque de menor entidad.
Agregar las anchoas y saltear unos segundos.
Mirar por la ventana de la cocina lo bueno que está el vecino de enfrente tendiendo la ropa; observar detalladamente lo provocadoramente que nos sonríe cuando nos descubre cotilleando.
Volcar el contenido de la sartén en la trituradora, agregarle las aceitunas negras y los tomates con su jugo.
Tomar otra copa de cava con las aceitunas que han sobrado.
Triturar hasta obtener una pasta. Opcionalmente se puede imaginar que se trata del novio. Ex novio para este momento.
Poner música y tirar la carta al váter.
Volcar lo procesado a la sartén y añadir el laurel, el cubito desmenuzado, el ajo molido, y el vino.
Pintar un bigote a la foto de su madre que se empeñó en poner en la entrada.
Dejar hervir sobre fuego fuerte, con la sartén destapada, no más de 10 minutos hasta que espese.
Aprovechar este momento para meter las cosas del imbécil en su bolsa de deporte que nunca utilizó.
Cuando los espaguetis estén al dente, escurrirlos y condimentarlos con un poco de sal y un chorrito de aceite, para que no se peguen.
Ponerse un vestido cómodo pero sexy, perfumarse y practicar la mejor sonrisa.
Ponerlos en una fuente precalentada y cubrirlos con la salsa.
Sostener la fuente de los espaguetis con una mano mientras cerramos la puerta de casa al salir. No olvidar apagar las luces.
Cruzar el descansillo de la escalera y llamar a la puerta del vecino encantador.
En este punto dejamos de mano de cada una el toque personal que quiera darle a la receta, eso sí, nada de segundas oportunidades ni de cualquier otra manifestación de acobardamiento. Y sobre todo, señoras, hagan lo que hagan con esos espaguetis, dirfruten y sean felices.

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